Solarium
   
  Esta mujer dorada de ojos color de lago
----espejo de turquesas visto desde la altura----
tiende el ardiente surco de su cuerpo afinado
al abrazo de un sol desmelenado en furia.

Patinándola de oro el sol paga la entrega.
Le deja en los oídos un zumbar de cigarras,
En la piel un olor calcinado de tierra
Y en los ojos el brillo febril de las cantáridas.